AFP

Los San Francisco 49ers se reforzaron el jueves con Christian McCaffrey, uno de los mejores ‘running backs’ de la liga de football americano (NFL), enviando a cambio varias rondas de Draft a los Carolina Panthers.

Los propios Panthers confirmaron el traspaso coincidiendo con el arranque de la séptima semana de la NFL, en la que los Arizona Cardinals vencieron 42-34 a los New Orleans Saints.

Los Panthers, últimos de la división Sur de la Conferencia Nacional (1-5), decidieron entregar a su estrella McCaffrey a los 49ers a cambio de un paquete de rondas de Draft con el que impulsar la reconstrucción de su plantilla.

San Francisco (3-3), que no celebra un triunfo en el Super Bowl desde la temporada 1994, enviará a Carolina sus elecciones de segunda, tercera y cuarta ronda del Draft de 2023 y una quinta del de 2024, de acuerdo con la cadena ESPN. 

McCaffrey, de 26 años, fue una de las grandes figuras de la NFL en sus tres primeras temporadas en la liga. En 2019 se convirtió en el tercer jugador en la historia en acumular 1.000 yardas de carrera y recepción en la misma campaña. 

Su fulgurante carrera se vio interrumpida por una serie de lesiones que le hicieron perderse 23 de los 33 partidos de las temporadas 2020 y 2021, pero en lo que va de 2022 se ha mantenido alejado de la enfermería.

Los 49ers confían en que la llegada de McCaffrey les otorgue el salto de calidad necesario para alcanzar el anillo después de que en 2020 cayeran en el Super Bowl ante los Kansas City Chiefs y en los pasados playoffs sucumbieran en la final de la Conferencia Nacional ante Los Angeles Rams.

En el arranque de la séptima jornada, los Cardinals derrotaron 42-34 a los Saints en un juego marcado por dos intercepciones clave al ‘quarterback’ de New Orleans, Andy Dalton.

Cuando el juego estaba igualado a 14, los defensores Marco Wilson, con una carrera de 38 yardas, y Isaiah Simmons, con otra de 56, convirtieron esas dos intercepciones a Dalton en sendos touchdowns que daban a los Cardinals una ventaja ya inalcanzable de 28-14.

Arizona rompió así una racha de ocho partidos perdidos en casa que se remontaba al 24 de octubre del año pasado contra los Texans.