El Chelsea revivió sus mejores noches europeas con una actuación dominante en la Champions League, derrotando 3-0 a un Barcelona deslucido y dando un paso firme hacia la clasificación directa, mientras dejó a los catalanes obligados a evitar un repechaje.
El partido se desequilibró temprano: un autogol y la expulsión del capitán Ronald Araujo al filo del descanso marcaron el rumbo. En ese contexto, el joven Estevao brilló con un segundo gol sensacional y Liam Delap sentenció con el tercero. Los londinenses incluso vieron cómo les anulaban tres tantos más.
“Es una noche enorme para Estevao y para todo el club”, celebró Enzo Maresca, técnico del Chelsea. “Ganar el Mundial de Clubes fortaleció la confianza del grupo; ahora saben que pueden competir con cualquiera. La mentalidad ganadora es la base para construir algo grande. Si el Barcelona no tiene el balón, no está cómodo, así que intentamos controlarlo”.
Stamford Bridge recordó viejos tiempos, cuando enfrentar y superar a la élite europea era costumbre. El Chelsea dictó el ritmo con circulación precisa y constantes incursiones por ambos costados.
Barcelona, en cambio, ofreció una versión irreconocible: sin posesión, sin presión y con una defensa errática. Apenas enlazó tres pases consecutivos y solo generó una ocasión clara, un remate de Ferran Torres desviado a los seis minutos. Los árbitros les dieron cierto alivio al anular dos goles del Chelsea por mano y fuera de juego.
La presión local produjo réditos a los 27 minutos, cuando un centro raso de Marc Cucurella terminó en autogol de Jules Koundé. Poco antes del descanso, Araujo vio la segunda amarilla tras una torpe falta sobre Cucurella, dejando a su equipo con diez.
En la segunda mitad, al Chelsea le anularon un tercer gol —esta vez a Andrey Santos—, pero la resistencia azulgrana duró poco. El protagonista del encuentro, Estevao, deslumbró a los 18 años: superó dos marcas y soltó un potente disparo al ángulo desde un costado. “Todo pasó muy rápido. Encontré espacio, avancé y marqué. Fue muy especial; espero que vengan muchos más”, afirmó.
Mientras la joven promesa del Chelsea encendía al estadio, su contraparte barcelonista, Lamine Yamal, tuvo una noche gris y salió sustituido a 12 minutos del final.
Delap completó la faena a los 73 minutos, empujando un centro de Enzo Fernández para su primer gol de la temporada. Todo salió a la perfección para los londinenses, que ahora se colocan provisionalmente entre los ocho puestos de clasificación automática, con Pafos, Atalanta y Napoli como próximos retos.
El Barcelona, que comenzó la jornada igualado en puntos con el Chelsea, afronta ahora un cierre exigente para evitar el playoff. Necesita sumar fuerte ante Eintracht Frankfurt, Slavia Praga y Copenhague.
Hansi Flick, técnico azulgrana, trató de rescatar algo positivo: “Empezamos bien y tuvimos una gran ocasión. Vi algunas cosas buenas. Nos falta más dinamismo en el uno contra uno y competir mejor. Aún tenemos nueve puntos en disputa y debemos ser positivos. Verán un Barcelona diferente”.