
En solo tres semanas, el mundo del boxeo vivirá uno de los combates más esperados de la última década. Bajo el eslogan “Una vez en la vida”, el próximo 13 de septiembre, el mexicano Saúl “Canelo” Álvarez defenderá su título supermediano unificado frente al estadounidense Terence Crawford, en un enfrentamiento que ya genera expectativas, polémicas y preguntas sin respuesta.
El combate se llevará a cabo en el Allegiant Stadium de Las Vegas, un imponente recinto con capacidad para 63,000 espectadores. Sin embargo, la elección de este escenario ha despertado interrogantes: ¿será posible llenar el estadio con entradas que alcanzan hasta $5,000 por persona en los paquetes VIP? Estos boletos incluyen acceso a todos los sectores del recinto, incluso a los camarines de los protagonistas, pero la magnitud del estadio podría dificultar la visibilidad del match.
La pelea llega en medio de una crisis financiera que golpea a los casinos y hoteles de Las Vegas. La ciudad, sede histórica de los grandes espectáculos, atraviesa balances negativos que ya han provocado incrementos generales de precios para los visitantes. Esto podría afectar la asistencia turística durante el tradicional fin de semana de Independencia de México, que coincide con la pelea.
Para ampliar la audiencia global, los organizadores tomaron una decisión clave: la transmisión será gratuita para los 300 millones de suscriptores de Netflix en todo el mundo, un movimiento estratégico que busca asegurar un alcance histórico. Esta fórmula ya fue probada con éxito en eventos recientes, como el enfrentamiento entre Mike Tyson y Jake Paul, así como la tercera batalla entre Katie Taylor y Amanda Serrano.
El evento es impulsado por Turki Alalshik y Dana White, presidente de la UFC, quien se adentra cada vez más en el mundo del boxeo. La estrategia busca desplazar el tradicional sistema de Pay Per View —que solía costar entre $70 y $90 por hogar— tras las críticas por los últimos tres combates de Canelo, considerados de bajo nivel frente a Jaime Munguía, Edgar Berlanga y William Scull.
En cuanto a los pronósticos, las casas de apuestas marcan un claro favoritismo para Canelo con una relación de 2-1, ventaja que podría ampliarse en las próximas semanas. Aunque Crawford llega invicto, con un impresionante récord de 41 victorias (31 por KO), su gran desafío será subir hasta los 76,2 kg para competir en la categoría supermediana, muy por encima de los 69,8 kg que marcó en su última pelea. Con 37 años y un físico más compacto, los expertos señalan que podría enfrentar dificultades para sostener la potencia y velocidad que lo caracterizan.
El mundo del boxeo espera un espectáculo único. El escenario, la magnitud del evento y la combinación de estilos prometen un combate histórico que podría redefinir el legado de ambos campeones.