El club argentino San Lorenzo expresó su enérgico repudio por el comportamiento de la policía brasileña durante el partido de vuelta de los octavos de final de la Copa Libertadores, jugado el martes por la noche en Belo Horizonte. El club anunció que presentará una denuncia ante la Conmebol, acusando a la policía de “violencia sistemática” contra los equipos argentinos en Brasil.

En el segundo tiempo del partido, que terminó con la eliminación de San Lorenzo tras una derrota 1-0 ante Atlético Mineiro, se produjeron enfrentamientos entre la policía y los seguidores argentinos en el estadio Arena MRV. Los incidentes llevaron a la suspensión temporal del encuentro cuando el gas pimienta lanzado por la policía comenzó a afectar a los jugadores en el campo.

“San Lorenzo condena enérgicamente los sucesos ocurridos en Belo Horizonte, desde la agresión injustificada y brutal de la policía brasileña hacia nuestros hinchas, hasta una serie de hechos que ponen en riesgo la deportividad y la buena relación entre clubes”, afirmó el club en un comunicado difundido este miércoles.

El club también denunció que durante el partido, los aficionados locales realizaron agravios y provocaciones, incluyendo la exhibición de banderas y el lanzamiento de objetos hacia los hinchas de San Lorenzo. La situación culminó en un ataque policial severo, que incluyó disparos de balas de goma y gases lacrimógenos, resultando en más de una decena de heridos.

En su comunicado, San Lorenzo anunció que llevará el caso a la Conmebol para cuestionar las medidas de seguridad implementadas y para “repudiar la violencia sistemática que enfrentan los equipos argentinos durante sus encuentros en Brasil”.

Este incidente se suma a una larga lista de conflictos entre simpatizantes y equipos argentinos en Brasil. Uno de los episodios recientes más notables ocurrió en noviembre de 2023, cuando el “superclásico” sudamericano disputado en el Maracaná entre Brasil y Argentina se retrasó 30 minutos debido a enfrentamientos entre hinchas, que requirieron la intervención policial.