Agencias
A pesar de haber vencido en dos ocasiones con Senegal al Egipto de Mohamed Salah, Sadio Mané parece en ocasiones eclipsado por su compañero del Liverpool, si bien el egipcio necesitará su ayuda el martes (19h00 GMT), en la ida de los cuartos de final de la Liga de Campeones contra el Benfica.
El mes de abril se presenta infernal para el Liverpool, con los encuentros de Champions League y un doble duelo contra el Manchester City, el domingo en Premier League y seis días después en semifinales de la Copa de Inglaterra. El panorama no permite detenerse por casos personales.
El de Mané intriga a pesar de todo, cuando solo le queda un año de contrato, al igual que a Salah, sin que prolongar al senegalés parezca ser una prioridad para el Liverpool, al contrario que ocurre con el egipcio.
“Hablo mucho con el equipo, pero si la pregunta es si hablo sobre la renovación, la respuesta es no, por el momento”, explicó en la televisión senegalesa TFM su agente, Bjorn Bezemer, el día después de la exitosa clasificación al Mundial-2022.
Sin pronunciarse sobre el futuro del jugador, que cumplirá los 30 años el 10 de abril, el agente aseguró también que “por el momento, hemos decidido mantenernos tranquilos”.
La llegada en enero del extremo izquierdo colombiano Luis Díaz, procedente del Oporto, reforzó la impresión de que el Liverpool se preparar para una eventual era “después de Mané”.
Mané: humildad y modestia
En términos estadísticos, la posición del Liverpool es comprensible: desde su llegada a las orillas del río Mersey en 2017, el egipcio ha sido sistemáticamente más decisivo que su compañero de equipo, tanto en goles como en asistencias, estadística en la que Mané superó a Salah el año pasado con 9 pases decisivos contra 6 de ‘Mo’.
Incluso la mejor temporada del senegalés, la 2019/20, en la que fue decisivo en 34 ocasiones (22 goles y 12 asistencias) sigue siendo inferior a la menos buena de Salah (23 goles y 13 pases), también en 2019/20.
Esta temporada, el margen es todavía mayor, después de los 28 goles y 10 asistencias de Salah contra los 12 y 3 de su compañero.
La aportación de Mané al equipo no se limita evidentemente a estas dos cifras, que demuestran que Salah es un finalizador puro, cuando Mané destaca por participar más a la construcción y a la presión.
Si la diferencia en el trato que recibe cada uno de los dos jugadores da que hablar en ocasiones, se puede explicar también por las personalidades muy diferentes de ambos compañeros.
La modestia de Sadio Mané es legendaria, tanto en el terreno como fuera, y ha quedado demostrada con su extrema generosidad para ayudar a su pueblo natal de Bambali, a 400 kilómetros al sur de Dakar.