
AFP
El sueño de la segunda corona consecutiva para la Francia de Kylian Mbappé, una proeza no registrada desde los tiempos de Pelé, tendrá este miércoles una prueba de alta exigencia en las semifinales ante Marruecos, la revelación del Mundial y que en Catar juega en casa.
Especialistas en revertir situaciones a priori complicadas, entre ellas la lesión del Balón de Oro Karim Benzema, los ‘Bleus’ de Didier Deschamps se miden ante unos ‘Leones del Atlas’ que en suelo árabe han sabido profesionalizarse en el arte de tumbar gigantes.
Aunque profesan sin recelos su admiración por un equipo de defensa impenetrable y contragolpe letal, al que enfrentarán en el estadio Al Bayt de Al Kohr, los franceses prefieren enfocarse en no dejar pasar una oportunidad histórica.
De alzar el trofeo el domingo en el estadio de Lusail, Francia se convertirá en la primera selección en ganar el máximo trofeo de fútbol por segunda vez consecutiva desde el Brasil de Pelé, Mario Lobo Zagallo y Garrincha (1958 y 1962).
“Cuanto más avanzamos en la competencia más nos acercamos a algo fuerte y grande, todos queremos continuar la aventura lo más lejos posible. Esto requiere una concentración extrema”, afirmó el capitán ‘galo’, el portero Hugo Lloris.