Florian Wirtz dio un paso al frente este fin de semana y respondió en el campo a las dudas que han acompañado sus primeros meses en Inglaterra. El centrocampista alemán fue decisivo en la victoria del Liverpool ante el Wolverhampton (2-1), al marcar su primer gol con los ‘reds’ y firmar una actuación que refuerza la apuesta del club por su fichaje.

Adquirido el pasado verano procedente del Bayer Leverkusen por 125 millones de euros, Wirtz se convirtió en el traspaso más caro de la historia del Liverpool. Desde entonces, el foco mediático ha sido constante sobre un jugador llamado a marcar época en Anfield, pero cuya adaptación a la Premier League ha resultado más compleja de lo esperado.

Las críticas no tardaron en aparecer durante la segunda mitad de 2025, alimentadas por un rendimiento estadístico discreto y por comparaciones inevitables con su brillante etapa en Alemania. Incluso surgieron rumores sobre una posible salida anticipada para reencontrarse con Xabi Alonso en el Real Madrid, una hipótesis que ganó fuerza en las últimas semanas.

Hasta antes del duelo ante el Wolverhampton, Wirtz acumulaba 22 partidos oficiales con el Liverpool, en los que había repartido cuatro asistencias —dos en la Liga de Campeones y una en la Copa de Inglaterra—, pero solo una en la Premier League y ningún gol. Un contraste evidente con su último curso en el Leverkusen, cuando a estas alturas ya sumaba diez tantos y cinco pases decisivos.

Por eso, el gol anotado justo antes del descanso tuvo un significado especial. Wirtz definió con sutileza un mano a mano ante José Sá tras un pase magistral de Hugo Ekitiké entre líneas, liberándose de la presión acumulada y dejando una imagen de confianza y talento que el Liverpool espera ver con mayor frecuencia.

Su actuación ante los Wolves puede marcar un punto de inflexión en su temporada y en su proceso de adaptación, en un equipo que necesita que su fichaje estrella empiece a marcar diferencias de manera regular.