La tensión que mantuvo en vilo a los fanáticos de la Fórmula 1 hasta la última carrera de la temporada ya quedó atrás. El Gran Premio de Abu Dhabi coronó a un nuevo campeón del mundo: el británico Lando Norris, quien al volante de su McLaren puso fin al reinado de cuatro años consecutivos de Max Verstappen.

El piloto neerlandés luchó hasta el cierre del campeonato y terminó quedándose con el subcampeonato, tras una notable remontada en el tramo final de la temporada. Sin embargo, lejos de mostrar frustración, Verstappen sorprendió con un discurso autocrítico y hasta conformista en declaraciones al servicio de streaming Viaplay.

“En realidad, creo que podemos estar contentos con el mero hecho de haber luchado por el Mundial”, afirmó el cuádruple campeón, consciente de que sus rivales contaban con un monoplaza superior. “Nunca llegamos a liderar la clasificación y también recibimos muchos regalos. Al final gané la carrera en Las Vegas y mi rival fue descalificado; de lo contrario, ni siquiera estaría en la foto”, reconoció, en alusión a la sanción que dejó fuera a Norris y Oscar Piastri por no cumplir con el grosor mínimo del patín trasero.

Verstappen también se refirió al complicado presente de Lewis Hamilton, quien atraviesa una temporada muy discreta en su primer año con Ferrari. El británico, que cumplirá 41 años el próximo 7 de enero, cerró el curso visiblemente abatido y sin respuestas claras en pista.

“Depende mucho de la personalidad. Algunos se quedan más tiempo. También influye tu nivel y lo que hayas conseguido en el pasado”, comentó Verstappen. “Para él, evidentemente no ha sido una temporada agradable en Ferrari. Se siente en todas partes, especialmente por la radio. Honestamente, a mí también me da pena. ¿Va a retirarse? No lo sé. No se rinde y seguirá ahí, pero no es agradable de ver”, añadió.

Con 29 años, Verstappen ha señalado en más de una ocasión que no se imagina compitiendo en la élite pasada la barrera de los 40. Sobre este tema, reveló una conversación reciente con Fernando Alonso, quien a sus 44 años continúa en la parrilla de la Fórmula 1.

“Estaba en el avión con Fernando rumbo a Qatar y me parecía interesante preguntarle. Son sobre todo las exigencias físicas. Con la edad aparecen más dolores. Estos coches ya no son precisamente agradables de conducir. Los hombros, la espalda, el cuello… todo exige mucho más esfuerzo para mantenerse al nivel”, explicó el neerlandés.