La final de la tercera edición de la NBA Cup ya está definida y tendrá como protagonistas a San Antonio Spurs y New York Knicks, dos franquicias históricas que llegan con realidades distintas, pero con el mismo objetivo: levantar un trofeo que sigue ganando prestigio dentro de la liga.

Los Knicks alcanzaron la final liderados por Jalen Brunson, con la ilusión de pelear por un título que la franquicia no celebra desde 1973. El equipo neoyorquino selló su pase tras imponerse 132-120 al Orlando Magic en la semifinal de la Conferencia Este.

La NBA Cup, torneo de mitad de temporada instaurado en la campaña 2023-24, tuvo como primer campeón a Los Ángeles Lakers, mientras que en la edición 2024-25 el título quedó en manos de los Milwaukee Bucks. Además del trofeo, el incentivo económico es considerable: cada jugador del equipo campeón recibirá 477,840 dólares tras disputarse la final.

El duelo enfrentará a dos de las figuras más determinantes de la actualidad: Jalen Brunson, líder ofensivo de los Knicks, y Victor Wembanyama, el fenómeno de los Spurs. San Antonio obtuvo su boleto a la final al derrotar 111-109 al Oklahoma City Thunder, cortando una racha de 16 victorias consecutivas del mejor equipo del Oeste y evitando que repitieran campeonato en la NBA Cup.

Con un balance de 18-7, los Spurs se convirtieron apenas en el segundo equipo en vencer al Thunder en 26 partidosdisputados esta temporada, confirmando su condición de contendiente.

El regreso de Wembanyama a la duela, tras un mes fuera por una distensión en la pantorrilla, fue inmediato y contundente. En su primera aparición saliendo desde el banquillo en 130 partidos como profesional, el francés registró 22 puntos, nueve rebotes y dos tapones en solo 21 minutos, anticipando el impacto que puede tener en la final.

El enfrentamiento también revive recuerdos históricos. Knicks y Spurs se midieron en las Finales de la NBA de 1999, cuando San Antonio, desde el Oeste, se impuso a New York para conquistar el campeonato.

Para los Knicks, una victoria significaría algo más que un título de mitad de temporada: sería una señal clara de que pueden competir al más alto nivel. Hasta ahora, el equipo neoyorquino no se ha enfrentado a un rival del top 5 del Oeste, una prueba que llegará precisamente ante los Spurs.

Aunque el partido no tiene el peso de unas Finales de la NBA, sí ofrecerá una medida real de si uno de los mejores equipos del Este está preparado para competir de tú a tú con la élite del Oeste.