Con la conquista del Campeonato Brasileño este miércoles, Flamengo cerró una temporada histórica, al sumar cuatro títulos en 2025: Libertadores, Liga, Supercopa y Campeonato Carioca. Una campaña casi perfecta para el club más popular de Brasil, que solo tuvo como tropiezos las eliminaciones en octavos de final de la Copa do Brasil y el Mundial de Clubes.

Esta impresionante colección de trofeos convierte a 2025 en el año más exitoso en la historia del Flamengo, no solo por los resultados deportivos, sino también por su impacto financiero y su proyección internacional. Y la temporada aún podría mejorar, ya que el equipo disputará desde la próxima semana la Copa Intercontinental en Catar.

Apenas cuatro días después de proclamarse campeón de la Libertadores en Lima, tras vencer 1-0 al Palmeiras en la final y convertirse en el primer club brasileño en alcanzar cuatro títulos continentales, Flamengo aseguró su novena Liga brasileña al imponerse también por 1-0 al Ceará, con gol de Samuel Lino, en un Maracaná repleto y con una jornada de anticipo.

Se trata de la segunda vez que el club carioca logra el doblete de Libertadores y Campeonato Brasileño en una misma temporada, hazaña que ya había conseguido en 2019. Con ello, iguala a Santos, que logró esa gesta en 1962 y 1963 con Pelé como gran figura.

Al frente del equipo está Filipe Luís, quien con apenas 40 años y menos de dos temporadas como entrenador, ya superó los registros de uno de sus grandes mentores, el portugués Jorge Jesús, hasta ahora el técnico más exitoso del club. En este 2025, Filipe Luís ya suma cuatro títulos, uno más que los logrados por Jorge Jesús en 2019 con la llamada triple corona.

Si Flamengo gana los compromisos que aún le quedan en el calendario (uno por Liga y al menos uno —o hasta tres— por la Intercontinental), podría cerrar el año con un balance de 48 victorias, 17 empates y 11 derrotas en 76 partidos, superando también a Jorge Jesús en porcentaje de efectividad.

Los títulos de la Libertadores y la Liga en menos de una semana se sumaron a los obtenidos previamente en la Supercopa de Brasil, ganada en febrero ante Botafogo por 3-1 con doblete de Bruno Henrique, y al Campeonato Carioca, donde Flamengo conquistó su título regional número 39 tras vencer a Fluminense por 2-1 y 0-0.

En el plano individual, el gran nombre de la temporada fue el uruguayo Giorgian De Arrascaeta, elegido mejor jugador de la Libertadores por la Conmebol. El creativo terminó el año como máximo goleador del equipo con 23 tantos (18 en Liga) y también como líder en asistencias con 18 pases de gol.

Su claridad para organizar el juego fue clave incluso en los compromisos más exigentes, como en el Mundial de Clubes, donde Flamengo venció a Chelsea (3-1) y a Espérance (2-0), antes de caer ante el Bayern Múnich en octavos de final.

Otro nombre propio fue el de Bruno Henrique, autor de nueve goles decisivos a lo largo de la temporada y figura clave como revulsivo en partidos grandes, como sucedió ante el Chelsea.

Este año soñado también se explicó desde la planificación. Flamengo realizó pocos cambios, pero incorporó refuerzos de alto impacto como Danilo (Juventus), Jorginho (Arsenal), el español Saúl Ñíguez y Samuel Lino, estos dos últimos procedentes del Atlético de Madrid. Por Lino pagó un récord histórico de 22 millones de euros, la transferencia más alta del club.

Las inversiones se financiaron con las ventas de Gerson al Zenit por 25 millones, del argentino Carlos Alcaraz al Everton por 15 millones, y la salida de Fabricio Bruno al Cruzeiro.