Aitana Bonmatí volvió a hacer historia al conquistar por tercer año consecutivo el Balón de Oro, reafirmando su estatus como una de las mejores futbolistas del planeta. La centrocampista del FC Barcelona fue pieza fundamental en los títulos nacionales del club y en los éxitos internacionales de la selección española, consolidando así su liderazgo dentro y fuera del campo.

Visiblemente emocionada, Bonmatí agradeció el reconocimiento: “Tercera vez consecutiva y ya no sé muy bien qué decir, el teatro impresiona muchísimo. Ha sido un gran año de un gran nivel, y otras compañeras que están aquí también lo merecen”.

A sus 26 años, se ha distinguido por su visión de juego, precisión en el pase y capacidad de desequilibrio, virtudes que la han convertido en referente absoluto. Su papel ha sido determinante en la Liga Femenina y la Champions League, donde el Barcelona desplegó un fútbol arrollador, así como en la selección española, que continúa consolidándose como potencia mundial del fútbol femenino.

En la categoría masculina, el ganador fue Ousmane Dembélé, que se impuso en una final muy disputada al joven talento Lamine Yamal. El atacante del Paris Saint-Germain firmó una temporada brillante gracias a su velocidad, regate y goles decisivos, siendo pieza clave en la primera Champions League del club parisino y en los triunfos de la selección francesa.

La consagración de Dembélé refleja un año lleno de éxitos, en el que logró imponerse al deslumbrante inicio de carrera de Yamal. El enfrentamiento entre ambos simboliza la calidad emergente del fútbol español y el protagonismo creciente de sus jóvenes figuras en la élite mundial.