En un partido más sufrido de lo esperado, el Inter de Milán logró una agónica victoria 2-1 frente al Urawa Red Diamonds de Japón, en Seattle, y encarriló su clasificación a los octavos de final. El subcampeón de Europa debió remar desde atrás tras un sorpresivo gol de Ryoma Watanabe, pero logró revertir el marcador con tantos de Lautaro Martínez y Valentín Carboni en los minutos finales.

El conjunto italiano dominó desde el inicio, pero sin claridad. La primera ocasión clara fue un centro cerrado de Zalewski que por poco conecta Luis Henrique. Sin embargo, fue el equipo japonés el que sorprendió al abrir el marcador: Kaneko realizó una gran jugada individual por la izquierda, incluida una gambeta con caño, y asistió a Watanabe para el 1-0.

A los 19’, Lautaro Martínez estuvo cerca del empate con un cabezazo que reventó el travesaño. El Inter monopolizó la posesión —70% frente al 22% del rival— y acumuló más de 430 pases (seis veces más que Urawa), pero sin generar peligro real. El equipo nipón se defendió con orden, intensidad y limpieza, desconectando al Inter en la primera mitad, que terminó sin un solo remate al arco.

En el segundo tiempo, Cristian Chivu buscó soluciones con cambios ofensivos, pero el equipo seguía sin ideas claras. Urawa incluso pudo ampliar la ventaja con una contra que Watanabe desperdició. Inter seguía frustrado… hasta que llegó el alivio.

A los 77’, Barella cobró un córner y Lautaro, de espaldas al arco, igualó el marcador. La presión italiana se intensificó y, en el primer minuto de descuento, apareció Valentín Carboni. Tras superar una dura lesión que lo alejó por 40 partidos, el joven argentino conectó un remate cruzado para sellar la victoria 2-1.

Sommer salvó en la última jugada, y el pitazo final decretó un triunfo sufrido, trabajado, pero clave. Inter no brilló, pero logró sumar tres puntos que lo dejan a un paso de la clasificación.