A un año del inicio de la Copa del Mundo 2026, México se prepara para recibir por tercera ocasión el torneo más importante del fútbol, esta vez con tres sedes oficiales: Ciudad de México, Guadalajara y Monterrey. A diferencia de las ediciones de 1970 y 1986, el impacto económico previsto será considerablemente mayor.

En entrevista con EL UNIVERSAL Deportes, el especialista en marketing deportivo Javier Balseca explicó que la derrama económica que dejará el evento podría rondar los 7,600 millones de dólares, una cifra similar a la que obtuvo Qatar 2022, y muy por encima de los 5,400 millones generados por Rusia 2018.

“Será una derrama económica muy fuerte, en general. No sé si rompamos el récord, pero sí va a ser una cifra muy alta. Con eso se demuestra que, por mucho, un Mundial es más rentable que unos Juegos Olímpicos”, comentó el catedrático.

Balseca señaló que una parte significativa del beneficio económico llegará indirectamente desde Estados Unidos, gracias al alto número de mexicanos que viven allí y que comprarán boletos o enviarán dinero para que sus familiares viajen a México durante el torneo. Ese flujo, apuntó, termina impactando positivamente en la economía nacional.

Además, el especialista destacó que la diferencia horaria mínima entre México, Estados Unidos y Canadá favorecerá el consumo local durante la transmisión de los partidos, impulsando a sectores como restaurantes, bares y servicios de entrega a domicilio, debido a la alta demanda de alimentos y bebidas durante los encuentros.