
La lógica se impuso, aunque sin brillo. En un partido completamente dominado de principio a fin, la Selecta venció 0-3 a Anguila y se posiciona en el segundo lugar del grupo F, quedando a solo un punto de sellar su clasificación a la fase final de las Eliminatorias de la Concacaf.
El martes, El Salvador recibirá a Surinam en un duelo clave que no solo definirá el primer lugar del grupo, sino que servirá como termómetro de cara al cierre de esta fase.
El partido fue una oportunidad perfecta para que la Azul despertara y recuperara confianza. Anguila ofreció muy poca resistencia: un equipo limitado técnica y físicamente, que se replegó en su campo y cedió el balón desde el inicio. El escenario también jugó su parte. Aunque el estadio tiene capacidad para 1,100 personas, apenas se dieron cita unos cien aficionados. El mal estado del terreno —lleno de baches y desniveles— fue el único obstáculo real que enfrentó El Salvador.
El técnico Hernán “Bolillo” Gómez hizo tres cambios respecto al once que enfrentó a Guatemala: Alex Larín por la banda izquierda, Nathan Ordaz y Bryan Gil en el ataque, bajo un esquema 4-4-1-1. La Selecta dominó desde el primer minuto. Después de varias llegadas sin éxito, el primer gol cayó al minuto 30 tras una jugada con varios rebotes que terminó con un derechazo de Santos Ortiz.
A pesar de abrir el marcador, el guion no cambió. El Salvador siguió dominando, sin que Anguila mostrara reacción. En el cierre del primer tiempo, una buena conexión entre Ordaz y Gil terminó con un potente zurdazo del delantero para el 0-2 (45+5’), lo que permitió a los salvadoreños irse al descanso con mayor tranquilidad.
La segunda mitad mostró un enfoque más directo. Nathan Ordaz asumió mayor protagonismo, intentando desde media distancia e incluso con un remate de taco que estuvo cerca de convertirse en gol. El tercero llegó finalmente al minuto 76, con un zurdazo de Elvin Alvarado, recién ingresado, tras un centro de Larín desde la izquierda.
El partido concluyó sin grandes celebraciones, pero con la satisfacción del deber cumplido. La sensación general, sin embargo, es que el marcador pudo ser más abultado, dadas las facilidades del rival y la gran cantidad de ocasiones generadas.