A pocos días del arranque del nuevo formato del Mundial de Clubes, la FIFA enfrenta un desafío inesperado: la baja venta de entradas para el partido inaugural entre Inter Miami (EE.UU.) y Al-Ahly (Egipto), programado en el Hard Rock Stadium de Miami, con capacidad para 65,326 espectadores.

Según el New York Times, aún hay “decenas de miles de boletos disponibles”, lo que encendió las alarmas en la organización. A pesar de haber reducido los precios en la plataforma oficial, la demanda sigue siendo baja y una imagen de estadio semivacío podría afectar la presentación del torneo.

El reportaje, firmado por el periodista Adam Crafton, cita a fuentes cercanas a la FIFA —bajo condición de anonimato— que aseguran que incluso se manejó la cifra de menos de 20,000 boletos vendidos. No obstante, la FIFA lo desmintió, afirmando que el número es “mucho mayor”, aunque sin proporcionar cifras exactas.

En un comunicado, la FIFA expresó optimismo por el evento: “Estamos presentando a muchos clubes nuevos y exitosos al mundo a través de este torneo, que se jugará en 11 ciudades de Estados Unidos. Anticipamos una gran convocatoria en toda la competencia”. El organismo también implementó un sistema de precios dinámicos basado en la demanda, lo que ha generado ajustes a la baja en algunos partidos, evidenciando dificultades para captar al público local.