Oklahoma City e Indiana llegarán desde rutas muy distintas al mismo destino: las Finales de la NBA, que arrancan este jueves por la noche en Oklahoma City. El Thunder dominó la Conferencia Oeste durante toda la temporada regular, mientras que los Pacers apenas alcanzaron la marca de .500 en enero, sin haber liderado ni un solo día el Este.

“Cuando llegas a esta instancia, es todo o nada. Y entendemos la magnitud del rival. Oklahoma City ha sido dominante con mayúsculas durante todo el año. Su defensa es histórica, y tienen múltiples jugadores capaces de anotar”, reconoció Rick Carlisle, entrenador de Indiana.

Los Pacers aseguraron su boleto el sábado al eliminar a los Knicks en seis partidos. Mientras el equipo se tomaba un breve descanso el domingo, el Thunder ya estaba en cancha preparándose para el duelo.

“Siempre hablamos de la mentalidad de ir juego a juego. No se trata de pensar en ganar cuatro, sino en ganar uno, y después otro. Ahora que sabemos contra quién jugamos, podemos enfocarnos mejor”, explicó Jalen Williams, escolta del Thunder.

Aunque Oklahoma fue favorito desde el inicio de la temporada con cuotas de 9-1 según BetMGM, Indiana llegó como un tapado, con probabilidades de 50-1. Y sin embargo, desde el 13 de diciembre, los números los colocan como los dos mejores equipos de la liga: Oklahoma City con un registro de 61-13 y los Pacers con 52-21, incluyendo temporada regular y playoffs.

“Teníamos expectativas claras y esto no es sorpresa para nosotros. Desde diciembre o enero todo cambió. Nos enfocamos en el presente, no en el pasado ni en lo que vendría”, dijo Tyrese Haliburton, base de Indiana.

El Thunder eliminó en su camino a dos pesos pesados del Oeste: Minnesota y Denver. Ahora, enfrentan a unos Pacers que maduraron en el camino, aprendieron a sobreponerse y están listos para desafiar a uno de los equipos más consistentes del año.