Luka Doncic, el prodigioso recolector de récords individuales, se prepara para enfrentar su primera aparición en las Finales de la NBA liderando a los Mavericks de Dallas, un desafío que ha anhelado desde que comenzó a deslumbrar en la cancha hace seis temporadas.
El joven base esloveno, de 25 años, se encuentra en su mejor momento mientras se dispone a enfrentar a los favoritos Celtics de Boston en busca del segundo campeonato en la historia de la franquicia texana.
La última vez que los Mavericks se alzaron con el título fue en 2011, liderados por la leyenda alemana Dirk Nowitzki, considerado uno de los mejores jugadores europeos de todos los tiempos y una inspiración para Doncic.
Llegando a Dallas con la etiqueta de “Niño Maravilla”, Doncic ha justificado plenamente su apodo desde que, a los 16 años, se convirtió en el debutante más joven del Real Madrid. El club español, que moldeó al joven prodigio desde temprana edad, confió en él incluso cuando era un adolescente, culminando en la victoria en la Euroliga de 2018, donde Doncic fue nombrado MVP.
“Siento una conexión especial con el Real Madrid. Ganar allí durante tantos años deja una huella profunda”, expresó Doncic el mes pasado, recordando sus días en el equipo blanco.
A pesar de sus impresionantes logros, Doncic encontró escepticismo en la NBA debido a su origen extranjero. Tres equipos pasaron por alto la oportunidad de reclutarlo en el Draft de 2018, con su nombre siendo llamado recién en la tercera selección por los Hawks de Atlanta, quienes lo traspasaron esa misma noche a los Mavericks.
