
AFP
La selección de Ghana dice que no piensa en vengarse de Uruguay y de Luis Suárez cuando se cruce con ellos el viernes en la última fecha del Grupo H del Mundial, en partido en el que ambos buscan el pase a octavos final.
Pero desde que el pasado 1 de abril el sorteo de los grupos de Catar-2022 determinó que la Celeste y las Estrellas Negras africanas se cruzaran en la ronda inicial, no han sido pocos los ghaneses que sueñan con tomarse una revancha largamente esperada.
“Los ghaneses están ansiosos por este partido porque vamos por la venganza” de lo ocurrido en Sudáfrica-2010, exclamó el defensa Mohamed Salisu, de 23 años, que juega en el Southampton de Inglaterra.
El 2 de julio de 2010, en el estadio Soccer City, en Johannesburgo fue sede de dicho choque por los cuartos de final, que se transformó en uno de los partidos más dramáticos y emotivos de los mundiales en el siglo 21.
Sulley Muntari adelantó en el minuto 45 a Ghana, que cargaba con la ilusión de toda África de ver por primera vez en la historia a una selección de ese continente en ‘su’ Mundial.
Pero diez minutos después el Balón de Oro de ese torneo, Diego Forlán, igualó con un estupendo tiro libre.
Con el 1-1 terminaron los noventa minutos y nada hacía presagiar que el marcador se iba a modificar en el alargue.
Hasta que en el minuto 119 llegó la jugada más recordada de Sudáfrica-2010.
Ghana tuvo un tiro libre desde la punta derecha ejecutado en forma de centro; el portero Fernando Muslera falló en la salida y un jugador africano cabeceó y cuando el balón se metía Luis Suárez, cual jugador de voleibol rechazó con sus dos manos y evitó la caída de la valla Celeste.
El Pistolero fue expulsado por esa acción.