junio 28, 2022
Agencias
¡Rumbo norte! El Tour de Francia echará a andar el viernes en Copenhague en el inicio de tres etapas por Dinamarca, un país que nunca ha albergado la ‘Grande Boucle’, en una 109ª edición aún bajo la amenaza del covid-19 y con el vigente campeón, el esloveno Tadej Pogacar, como inmenso favorito.
La candidatura danesa, apoyada por las más altas autoridades políticas, sedujo a los organizadores del Tour a pesar que implicar la salida más septentrional de su historia y de tener que emplear un día libre para el traslado de la caravana multicolor.
“En Dinamarca todo el mundo va en bicicleta”, insiste el director del Tour Christian Prudhomme, quien vio cómo era aplazada un año la salida desde Copenhague para evitar que coincidiese con los partidos de la última Eurocopa de fútbol.
Desde un punto de vista deportivo, la contrarreloj del viernes (favorable al campeón del mundo de la disciplina, Filippo Ganna), y la llegada de la segunda etapa, con un final muy expuesto al viento sobre el puente que une las dos mayores islas del país, suponen dos atractivos nada desdeñables. Ello antes del regreso a Francia y la continuación de una espectacular primera semana, temida por los aspirantes a la general, y apreciada para los llegadores.
“Los equipos echarán cuentas en Arenberg (5ª etapa), es posible que un cierto número de favoritos sean eliminados o tropiecen en trampas”, reconoce Christian Prudhomme sobre la carrera, que atacará después dos monumentales etapas por los Alpes (Granon, Alpe d’Huez) y más adelante los Pirineos, con míticas llegadas en alto en Peyragudes y Hautacam.
Una larga contrarreloj de 40 kilómetros en el Lot, lugar de veraneo de la familia real danesa, precederá en 24 horas el desfile final por los Campos Elíseos, el 24 de julio, al término de 3.350 kilómetros.